El soplete es una herramienta que sirve para realizar uniones que requieran de temperaturas elevadas. Esta herramienta puede alimentarse por dos tipos de gas, butano o propano. Los sopletes antiguos se alimentaban de queroseno, pero alcanzaban temperaturas menores y su manejo era muy engorroso.
El soplete está formado por tres partes principales:
- La empuñadura: es el mango por donde se sujeta. En él está ubicada la llave reguladora del pasaje de gas.
- La boquilla o quemador: es la salida del gas y donde se produce la llama. Pueden ser de distintos tipos y pueden recambiarse.
- Tubo flexible: es el que se utiliza para la conexión entre la botella del gas y la empuñadura.
Las boquillas o quemadores pueden ser de distintos tipos:
- Boquilla de fontanería: produce una llama envolvente. Se utiliza para soldar tubos de cobre en soldadura blanda con estaño.
- Boquilla de punta fina: brinda una llama con forma de dardo. Es utilizada para soldadura fuerte por alcanzar una temperatura superior.
- Boquilla de punta súper fina: es empleada para soldadura fuerte.
Para soldar se utilizan distintos materiales:
- Desoxidante: es necesario para evitar que las partes a soldar se oxiden. Algunos de los materiales de aportación ya incluyen el desoxidante. Esta sustancia varía según el tipo de soldadura y el material a soldar.
- Material de aportación: este material depende de las piezas que se van a soldar y del uso que se les dé.
Cómo soldar con soplete:
La soldadura con soplete o blanda emplea temperaturas hasta 450ºC.Este método de soldadura se conoce como soldadura blanda por capilaridad y consisten en unir dos tubos de cobre, los cuales están preparados para encajar uno en el otro mediante el estaño.
Primero se calientan los tubos. Luego se aporta estaño a la junta y se funde debido al calor, penetrando por capilaridad entre los tubos. Al enfriarse se solidifica, asegurando el ensamblado de los tubos y su hermeticidad.
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